miércoles, 20 de junio de 2018

De playa nudista a hotel para LGTB

Famosa fue durante muchos años la playa de El Palmar, y no precisamente por sus paisajes, su blanca arena y su cristalina agua, que también; sino por ser una de las primeras playas naturistas declaradas de nuestra geografía, algo que hace unos años era algo así como una revolución en las puritanas vidas de los españoles, que todavía no asimilaban muy bien la cultura de "lo verde". Ahora, las playas nudistas no son nada del otro mundo, incluso están sumamente bien señalizadas, y la gente lo toma como debe, o sea, de forma natural; y por supuesto, la calidad de esta playa no ha bajado ni un ápice, siendo todavía reconocida y muy visitada, por cierto.


Pero ahora parece que nos gusta por estas tierras eso de rizar el rizo. Resulta que hace poco ha abierto por estos lares un hotel que se publicita como "un lugar para gays y lesbianas", algo curioso que ha llamado mi atención, aunque no soy ni lo uno ni lo otro. ¿Y entonces por qué, os preguntaréis? Porque estoy verdaderamente interesado en saber qué diferencia puede haber con otro hotel convencional (no sé si deberíamos llamarlo "para heteros"), o si por su sola descripción, no encontraríamos maricones cogiéndose el culo o lesbianas besandose sin ningún pudor por los pasillos (y que conste que ninguna de las dos cosas me parecen mal a priori, jeje).

Después, leyendo con más detenimiento algunos artículos sobre ello, junto a su página web y a un par de entrevistas que han hecho a los dueños, resulta que esa diferencia está en las ofertas de ocio nocturno que el lugar ofrece a sus clientes; unas diversiones claramente del género "para adultos", y que en este caso estarían pensadas claramente para el colectivo homosexual, ya sean hombres o mujeres. Bien, eso podría ser algo novedoso, pero sinceramente, no creo necesario algo así en estos tiempos,  y voy a explicar por qué.

Recordando una conversación con dos lesbianas maduras, me decían que de lo que realmente están hartas es de que el colectivo LGTB tenga que darse a conocer, como si en vez de personas con opciones sexuales distintas a las convencionales fueran algo así como atracciones de circo. Como yo ni estoy a favor ni en contra de todas estas formas de publicidad de ese colectivo en cuestión, no le di importancia a estas palabras cuando las escuché, pero ahora, reflexionando sobre ello, me doy cuenta de que tenían mucha razón al pensar así. Porque ¿realmente se necesita un sitio específico para los homosexuales? ¿La clave está en llegar a un lugar y proclamar a los cuatro vientos tu condición sexual, es eso lo que entendemos por normalizar y liberación sexual? ¿Necesitan una diversión para adultos específica, como si no pudieran disfrutar de las mismas cosas que el resto de heterosexuales?

En realidad, para esta última pregunta, la respuesta sería "sí", claro está. Pero lo que yo criticaría no es el fondo, sino la forma: por supuesto si esa diversión tiene que ver con los gustos sexuales, claramente sería algo diferente, pero ¿si le etiqueta como ocio para gays o para lesbianas, significa que gustará a todos los que se sientan de esa condición? ¿No importará nada más que tus preferencias sexuales, generalizaremos como si todos estos colectivos fueran un solo ente, y no estuvieran compuestos por personas cada una con su propia identidad?

No sé si el objetivo de las personas homosexuales y transexuales es exigir cosas específicamente para ellos, o por el contrario poder disfrutar de lo que lo hacen los demás sin que su preferencia sexual tenga nada que ver. Ante la duda, aceptaré este hotel del que hemos hablado como un lugar en el que todo el que pueda lo pase de escándalo durante su estancia.

sábado, 14 de abril de 2018

Cádiz y sus calles, escenarios para el porno

En el otoño pasado, saltó a todos los medios informativos la noticia de que en varias ciudades de España se habían producido casos de rodajes porno en plena calle, en principio parece que con los permisos pertinentes, pero en los que ninguno decía que las escenas iban a ser de claro contenido sexual dirigido a los adultos. Yo leí la noticia y al principio no le di mucha importancia, en realidad aquello pasó sin pena ni gloria después del primer impacto, pero no pude dejar de preguntarme por qué esas cosas no pasaban en Cádiz.


No es que la capital gaditana no goce de encantos, pero no me digais que un espectáculo tal de porno gratuito no sería un puntazo. Ahora, con la llegada del buen tiempo, y el comienzo de la temporada alta vacacional, las calles de la ciudad y sus playas se llenan de turistas llegados casi de cualquier lado, que no hacen más que alabar sus bonitas vistas, sus agradables ambientes y el buen carácter de sus gentes. Si además pudieran presumir de tener una diversión como es el porno en vivo, ya sería todo un puntazo, y es que eso no quita sino que suma encantos a un lugar que ya tiene muchos, pero que siempre da la bienvenida a uno más, sobre todo si es original.

No sé vosotros, pero yo no tengo demasiadas oportunidades de encontrarme una actriz porno en mi día a día, aunque por supuesto, en la intimidad de mi casa la cosa cambia bastante: no hay profesional de los videos x online que no me suene, y es que con el tiempo ya te van sonando todas las caras y también otras partes del cuerpo, por supuesto. Me encanta ver vídeos de chicas masturbandose, esos son mis preferidos aunque no le haga ascos a nada, y como eso no es algo que se pueda ver frecuentemente por medio de la calle, me pregunto qué se sentiría al ver una escena así en vivo; aunque me imagino que, en estos rodajes que salieron más bien rana a causa de las condiciones en que se hicieron, no aparecería famosas estrellas del panorama porno: más bien tirarían de actrices amateur, o en todo caso poco conocidas. Y el que la cosa haya tenido tan poco recorrido me hace pensar que estoy en lo cierto pensando esto.

Pero por si acaso estas cosas tuvieran visos de no ser muy correctas, no tengo problema en que las cosas se hagan bien, y a los múltiples atractivos de Cádiz se pueda unir otros de carácter definitivamente adulto. ¿Qué pasaría si se aprobaran rodajes de peliculas porno en el mismo centro de la ciudad, en pleno día y con la afluencia de público, si esto estuviera avisado y regulado correctamente? Se controlaría su visionado pero la entrada sería libre, todo para adultos, y estoy convencido de que el poder de atracción sería enorme; además, para colmo, se podrían aprovechar los espacios naturales y artísticos de la ciudad, cosa que últimamente no se hace mucho y que es una verdadera pena. Además, ¿quién dice que la pornografía no es arte? Cine, fotografía, pintura... hay un montón de manifestaciones artísticas donde podemos encontrar rastros de ella; y como negar que forma parte de nuestra cultura y nuestra rutina diaria sería una tontería, más nos valdría ser conscientes de ello e introducirla de una forma sana y natural, de forma que no sólo atraiga al atención por ella misma, sino que ayude a que nos fijemos en otras cosas gracias a ella.

No hay que menospreciar el poder que el porno tiene en estos momentos, aviso para navegantes y para todos aquellos que tengan alguna participación en la promoción de la ciudad de Cádiz.

jueves, 5 de abril de 2018

El Gran Teatro Manuel de Falla


El teatro Falla lleva el nombre del hijo predilecto de la ciudad, Manuel de Falla; hasta entonces, en 1926, sólo había sido Gran Teatro, y es un lugar con reconocida fama nacional por celebrarse en su interior los célebres Carnavales de Cádiz, el certamen donde compiten todos las agrupaciones carnavalescas, desde las presentaciones y primeras actuaciones hasta la gran final.

El actual teatro se levanta en lo que antaño fue el solar del antiguo Gran Teatro de Cádiz, que fue destruido por un incendio en 1881; tres años después, el consistorio de la ciudad se hizo cargo del proyecto de construcción de un nuevo teatro, pero la falta de fondos hizo que el proyecto de alargara, y no fue hasta 1905 que las obras no finalizaron. El arquitecto Juan Cabrera de la Torre finalizó el proyecto, aunque agregó bastantes cambios a los que fueron los planes originales. Se inauguró oficialmente el 12 de enero de 1910.

El estilo del edificio se considera de estilo neomudéjar, construido en ladrillo rojo y con tres grandes puertas que están coronadas por arcos de herraduras. También de herradura es su planta, y los pisos superiores se van a adaptando a ella, comunicando el vestíbulo con las galerías superiores por medio de escaleras. Tiene aforo para más de 1200 personas, entre asientos, palcos y el anfiteatro; su escenario es enorme, de más de 18 metros de largo y más de 25 de fondo, y el techo esta decorado con una alegoría del Paraíso, obra realizada por el pintor Felipe Arbazuza.

Además del concurso de Agrupaciones Carnavalescas, el Teatro Falla alberga numerosos eventos relacionados con el arte que se celebran en la ciudad. Es sede del Festival Iberoamericano de Teatro de Cádiz, y de Alcances, otro festival cinematográfico dedicado a los documentales. En el 2010, celebrando el centenario de su inauguración, se realizaron diferentes actividades para su conmemoración; y en la actualidad, presenta un programa de Otoño y otro de Primavera.

jueves, 1 de febrero de 2018

El Castillo de Santa Catalina, otro emblema gaditano



Ya entrado el siglo XVI, el poderío marítimo de los ingleses  era bien conocido, y también sus ansias de conquistas, no tanto de tierras sino de riquezas. Tras un ataque conjunto de Inglaterra y Holanda, el rey Felipe II (recordemos, viudo de la que fue reina de Inglaterra, María Tudor, y buen conocedor de lo que se podía esperar de los ataques y asaltos de los anglos) ordenó la construcción de una nueva fortaleza defensiva, que saliera al mar aprovechando las rocas y salientes de la costa, en lo que se conoce en la actualidad como la playa de la Caleta.

La fortaleza tiene forma de pentágono, y su forma de penetrar en el mar como si fuera una estrella es realmente espectacular. Su arquitecto fue Cristóbal de Rojas, aunque murió antes de terminar la obra, y finalmente la construcción fue mucho menos ambiciosa de lo que en un primer momento se proyectó. Sirvió, además de baluarte defensivo, como cuartel militar, y en su interior cuenta con numerosos espacios usados como almacenes y aljibes, donde se almacenaban alimentos y pólvora para el mantenimiento de las tropas y de los presos y la defensa del lugar.

En 1985 se declaró Bien de Interés Cultural, y en 1991 el Ministerio de Defensa dejó de hacer uso del lugar. En la actualidad, se utiliza como centro lúdico y cultural. En sus salas se organizan exposiciones, talleres artísticos, mercadillos artesanales... y su patio de armas suele usarse para eventos al aire libre, sobre todo en época veraniega. Es un espacio muy bien aprovechado, y junto con su belleza arquitectónica, es uno de los lugares preferidos tanto de los naturales de la ciudad como de todos sus habitantes.

Cádiz es una ciudad llena de historia, con un gran bagaje cultural y artístico, y señales de todos los pueblos que han pasado por ella. Por suerte, todos podemos disfrutar de las numerosas muestras de todo esto, y unir el pasado y el presente con toda normalidad.

sábado, 27 de enero de 2018

Un emblema para la ciudad de Cádiz

La milenaria ciudad de Cádiz ("Tacita de Plata" en el argot andaluz) ha sido siempre un codiciado lugar para todos los invasores que se acercaban a la Península, no sólo por las innegables riquezas de la zona, sino por un lugar muy asequible por mar, principal medio por el que llegaban todos los visitantes a nuestras tierras, fuera con las intenciones que fueran.

Es por eso que la bahía de Cádiz ha tenido gran trasiego de barcos desde tiempos inmemoriales, y si bien fue una gran colonia de diferentes pueblos en la época antigua, atraídos por su potencial comercial y por la belleza de sus tierras, y esto se extendió a lo largo de los siglos, llegó el momento en que hubo tanta gente que ansiaba tener la ciudad bajo su poder, que se construyó el baluarte de La Candelaria, una defensa que protegía la entrada al puerto de los ataques enemigos. Fue en el año 1672, bajo el mando del gobernador del lugar, Diego Caballero de Illescas.



Por supuesto, gracias al paso del tiempo y de los efectos del mar, este baluarte ha tenido que ser restaurado en varias ocasiones, pero La Candelaria sigue siendo un monumento emblemático de la ciudad. Ahora ya no es necesaria para la defensa, y se usa como sala de exposiciones y un lugar para espectáculos en vivo, gracias a su patio al aire libre; sin duda, sigue siendo parte de la vida del lugar.
Si nunca has visitado Cádiz, no sabes lo que te estás perdiendo. Es un lugar donde disfrutas de día gracias a sus bellas calles y la actividad económica y comercial, y también de noche, pues es un lugar lleno de vida, con multitud de opciones para el ocio y la agradable compañía de sus habitantes. No creo que haya nadie que tras haber estado allí alguna vez, no quiera volver en el menor tiempo posible. Porque Cádiz tiene un encanto que no sólo se puede notar en la actualidad; sobre la ciudad pesan sus siglos de historia, y uno se encuentra entre el ayer y el hoy con toda comodidad, justo como se siente al visitar el baluarte de La Candelaria: sintiendo el peso del pasado, pero disfrutando del futuro. Y seguro que lo mejor está por venir.

Si queréis conocer más de cerca todos los encantos de la ciudad, y hacer un recorrido por sus calles y lugares más emblemáticos, además de conocer historias reales sucedidas en ellas, no dejéis de seguir visitando este blog.